viernes, 17 de agosto de 2012

               Hemos llegado al final de la obra. Estamos esperando que fábrica reinicie los trabajos después de las vacaciones para que hagan las puertas de cristal. El resto de la obra está acabada. Hoy tenemos a un propietario en la vivienda, ha venido a hacer gestiones personales y pernocta en la vivienda. Hemos tenido ocasión de charlar con él y ya no ha mostrado ningún rechazo a materiales ni acabados. De hecho dice sentirse "purificado" dentro de casa y que se respira mejor. Los materiales aplicados han conseguido mantener una temperatura en el interior de la vivienda casi constante y cuando en el exterior hace, como estos días atrás 40º, en el interior no hemos superado los 26º. En invierno será el efecto contrario.
Corcho en precercos
               Como se puede apreciar en las fotos, el corcho ha cambiado bastante de su origen. El motivo ha sido el rechazo y las molestias que causaba a éste propietario que es el menos afectado. El origen de las molestias las achacamos a que el corcho, al ser un material que está compuesto por cientos de trocitos de corteza, tiene un polvillo que no desaparece rápidamente, por lo que al inhalarse provoca estornudos, picor de nariz y a veces picor de ojos. Se decidió pues aplicar la misma pintura que se ha aplicado a las paredes. Está compuesta en su base de cal y se ha aplicado de dos maneras. En un primer lugar para poder llegar al fondo de los poros se utilizó pistola de pintar con aire de manera que pulverizase la misma y llegase al fondo. El segundo paso a sido aplicar la pintura con brocha recortada para cubrir el exterior del corcho. El resultado es que el corcho tiene ahora una consistencia más dura, está cubierto completamente de pintura y no emite ningún resto de polvo ni olor.
Pintura  aplicada en precercos
               Otro de los motivos a sido que el corcho tenía un olor característico. Olía como huelen los belenes de Navidad y eso en un momento dado puede ser molesto porque una cosa es visitar un belén un rato y otra distinta vivir en uno de ellos. Con este tratamiento se ha eliminado todo olor molesto. Además se consigue que el corcho no mantenga temperatura por lo que ayuda a refrescar la vivienda en verano y mantenerla caliente en invierno.
                      El corcho puesto en el salón también ha sido tratado con pintura. No nos arriesgamos a que por un motivo de decoración se produzcan molestias a los inquilinos.





Aplique en dormitorio
Apliques en salón
                  Otro punto que nos tuvo mucho tiempo indagando y buscando fue el tema de iluminación, ya que no se puede poner halógenos con transformador y el material de los apliques o lámparas tenía que ser tolerado por la propietaria afectada en más gravedad. Visto que el aluminio sin tratar no le causó ningún problema ni molestia, buscamos unos apliques que estuviesen hechos de aluminio sin tratar y con halógenos directos a corriente para que no hubiese transformadores. Los encontramos en un centro de bricolaje de casualidad. Al estar en ese centro y dudando que el almacenaje fuese el adecuado, todos los apliques puestos en la vivienda han pasado por el proceso de limpieza y desinfección.
              Como se puede apreciar la obra es a medida en todos los sentidos, se han hecho muestreos de materiales con los afectados, se ha investigado las causas de los rechazos de algunos de ellos, se han hecho trabajos a mano por la fragilidad de los materiales, se han redondeado las esquinas de la vivienda para dar un aspecto más cálido, se han mantenido los encuentros de los techo y tabiques redondeados y mejorado el aspecto. Ha sido una obra laboriosa pero con resultados positivos para los propietarios. Importante también el trabajo del equipo de  limpieza que en todo momento a respetado el protocolo de limpieza de la vivienda aún sabiendo que las obras son laboriosas de limpiar.